Vida Doméstica

Aquí en la Argentina, para ser más precisa en esta ciudad costera, esta aflojando el verano. Todo lo demás, ajustadísimo: los salarios, las oportunidades, mi malla… Rezago de viejos tiempos… Mi malla, digo. Lo demás, también…

Hasta mi nombre es un rezago, un desecho novelesco del buen gusto. No me lo pusieron, me golpearon con el: me llamo Carmela Antonia Ethel de los Milagros. “¡¡¡Fuaaaa!!!” dice mi papá que exclamo la empleada del Registro cuando fue a inscribirme.

También cuentan que el medico que atendió el parto, dijo “Puajjjj”! al verme surgir del vientre materno, cual larva de animal prehistórico : era grandota, peluda y fea ( Mis familiares siempre dicen:”Parece mentira, esta chica siempre igual, no pasa el tiempo para ella, no ha cambiado nada”)

Como ven, mi ingreso a este mundo fue signado por interjecciones, y así siguió mi camino, poblado de signos de interjección, “Uh!”,“Oh”, Ufff (cuando conseguí novio), ¡¡Sí!! (cuando , frente al altar consagramos nuestra unión), ¡Ahhhhh! (De mi familia que ya no pensaba que podía ubicarme )

Y aquí, estoy, salteándome una infancia, una adolescencia y una juventud, de la cual ya daré referencias: una mujer de mediana edad, esposa y madre, con un espacio limitado al interior de sus chancletas más viejas…

Como la obra social no me cubre psicólogo, y las vecinas son unas chusmas, hoy me decidí a escribir. Porque he tenido una semana de ESAS, y esperando al tío de España, (Ud., sra., me entiende, porque seguro lo espera con la misma ansiedad que yo todos los meses); que si no llega a venir…le juro que… no sé que hago!!

Y todo por una miserable vez (vecita), rápida, apurada por las voces de los chicos en su cuarto, culposa y descuidada…, tan descuidada que mi marido, manoteando en la semioscuridad, en vez de lo que esperaba sacó un alegre globo naranja con la inscripción “FELIZ CUMPLEAÑOS”, inscripción que…, les digo, no está tan lejos de ser una realidad en nuestra vida sexual…Así que, en la lluvia y sin paraguas…

En fin, no quiero ni pensarlo…

Encima, el lunes, la maestra de mi hijo el del medio, me mandó una nota citándome para “hablar” sobre el monstruito malportado… Me hice la tonta y ni la firmé… aunque amenace a la pequeña bestia con retirarle la play station hasta que cumpla los 18 años o el juez lo autorice, y golpearlo con ella (esto último cuando se rio incrédulamente). La respuesta fue una mueca salvaje, la más salvaje que pudo gestar en su salvaje fisonomía,…y, a mis espaldas, sospecho, dedo medio en alto y lengua afuera…

Así son los chicos hoy en día..

Eso, les contaba, fue el lunes. El miércoles sonó el timbre en horario de mañana. Ustedes, señoras, saben bien cómo está un ama de casa con 3 hijos ( sin ayuda) siempre y más a las 10 de la mañana: batón inmundo con manchas de mate, huevo y otras, plumero en mano, escobillón en latera y poca paciencia…Una especie de Cruzado de la limpieza…

Abro…, en la puerta aguardaba, arregladita y pintada, con expresión acusadora, la Asistente Social del colegio…

Me persigné y tragué saliva… Me vino a la memoria , con un doloroso pellizcón , aquel terrible momento, cuando este mismo niño iba a la última salita de Nivel Preescolar, en que debí franquear la entrada a toda una comisión de docentes, gabinete psicopedagógico incluido, portando al engendro de mis entrañas. La criatura estaba siendo cuestionada por sus dotes actorales, si se quiere ver así…En una fiestita de que se yo que, ante compañeritos, señoritas, directorcita ( Vio que en Preescolar todos hablan en diminutivo) y en presencia nada menos que de la Inspectorcita había actuado por motus propio de Charly Garcìa, compositor, cantante y músico argentino de rock…

Qué bueno!!, casi digo ( A mi me gusta Charly), pero antes de poder opinar me aclararon que no cantó o algo así, sino que, como hizo el interprete en una oportunidad, se bajo los lienzos mostrando sus pequeños pero definidos adminículos.

Volví de mis recuerdos y me encontré con la mirada despectiva de la Asistente hacia mi atuendo doméstico. “Puedo pasar?”, Qué le voy a decir, que no?. Yo no había abandonado el escobillón, supongo que tendría un aspecto amenazante, porque ya adentro la profesional se sentó en el borde de la silla, como pronta para rajarse ante cualquier maniobra equívoca de mi parte.

Carraspeó, mantuvo el suspenso unos instantes y dijo:

-Bueno, ud. Sabrá, el problemita del nene…

No!!- Contesté velozmente- El no fue!!! Yo dialogo con el!! De chiquito le di la teta!!No lo castigamos más que un poco y en el trasero!! Es un pequeño infame pero incapaz de….

(De no se cuantas cosas terribles pensé que habría hecho el desgraciado para que esta mina se dignara a visitarme)

-Señora- repuso la profesional- No hizo nada malo… Usted no ha constatado si puede e ser hipoacùsico??

Imposible- replique prestamente, mientras trataba de arreglar el bretel del corpiño, vencido por una avalancha de senos- la criatura jamás ha padecido de hipo... Hipo solía tener una tía mía que vivía en…

Hipo no – me interrumpió , disfrutando de mi ignorancia- Hipoacusia , digo…

Ja!!- Mas que hablar escupí- era un chiste!! No, no puede ser, en casa estamos todos vacunados y limpio todo con alcohol en gel…

Con una expresión terca y obstinada bajo sus anteojos y una cierta satisfacción en la voz, acotó;

-Hipoacúsico quiere decir que escucha menos de lo normal… Jeje

Saben, les cuento y me corre un frío por el estómago. Yo a duras penas terminé séptimo grado y me casé a los 16 años. Entre partos, fregadas y planchadas no tuve tiempo para buscar palabras en el diccionario. Y esa señorita perfumada se ensaña conmigo enfrentándome con mi propia ignorancia. Cómo si no me sintiera burra yo sola 24 horas al día!! Habrase visto!!

La cosa es, haciéndola corta, que mi hijito tenía que ir al especialista en oído… Y que la bestia mayor, o sea mi marido el Toto, tenía vencido el carnet de la Obra Social… Así que me preparé para viajar a la ciudad cabecera de distrito, 50 Km. de aquí, a hacer los trámites para renovarlo.

Esa es otra historia: les adelanto ya que en las calles de la ciudad, galopada arriba y abajo por mis varicosas piernas y mis ansias de libertad ( con los chicos se quedó mi vieja) tuve la primera de arena, seguida por supuesto, de una de cal: Me siguió un joven!!! Hizo palpitar mi corazón con la ilusión de ser codiciada… Ya me preparaba para actuar como Nicole Kidman en la peli que dejé por la mitad cuando me dormí, o sea: Medio giro con balanceo de barbilla y bufanda, mano en alto y aleteando, voz afónica de tango y medianoche: “Retírese, por favor, me compromete -me preparé a exclamar- soy mujer de un solo hombre”

El galán se acerco hasta que sentí su aliento ( a ajo) y en vez de una prueba de amor, o una mirada aunque sea, me pidió una moneda para el micro…

¿¿Si se la di?? ¿¿ Me toman por tonta??? ¡JA!

Bueno, la próxima les cuento el resto.